27.1.16
18.1.16
16.1.16
13.1.16
12.1.16
Hans Magnus Enzensberger
Middle Class Blues
We can't complain.
We're not out of work.
We don't go hungry.
We eat.
The grass grows,
the social product,
the fingernail,
the past.
The streets are empty.
The deals are closed.
The sirens are silent.
All that will pass.
The dead have made their wills.
The rain's become a drizzle.
The war's not yet been declared.
There's no hurry for that.
We eat the grass.
We eat the social product.
We eat the fingernails.
We eat the past.
We have nothing to conceal.
We have nothing to miss.
We have nothing to say.
We have.
The watch has been wound up.
The bills have been paid.
The washing-up has been done.
The last bus is passing by.
It is empty.
We aren't complaining.
What are we waiting for?
3.1.16
3 poemas de Isabel Fraire
Conclusiones
No hay que intentar leer a Proust en el tren subterráneo
no se puede leer a Proust en 1974
Proust ya no es válido
lo que es no válido es el tren subterráneo
no entiendo a Proust porque no entiendo el tren subterráneo
no entiendo a Proust porque no entiendo el tren subterráneo
no entiendo el tren subterráneo porque estoy llena de Proust
todos estos sentidos son proustianos
Proust es el ojo el tren subterráneo es el objeto
nunca hubo identidad entre ojo y objeto
1974 es la fusión de Proust y el tren subterráneo
en el ojo de su incompatibilidad
nunca hubo identidad entre ojo y objeto
1974 es la fusión de Proust y el tren subterráneo
en el ojo de su incompatibilidad
2 de octobre* en un departamento
del Edificio Chihuahua
Piel rota orilla incierta de la piel rota
carne como la carne que le doy al gato
la sangre rezuma y chorrea en goteras
se ve el hueso
ancho y profundo el boquete como plato sopero
alto en el muslo el tazón de carne cruda y sangre
cuerpo tendido en el piso en cuatro dedos de agua
“No es nada.”
“¡Cómo que nada!
¿Te duele?”
“Nada, un rozón.”
Las balas atraviesan vidrios atraviesan puertas se
entierran en paredes
“¡Cuidado señora!” (tiene un niño en brazos) “Métase
al baño, ahí está más segura.”
Los estampidos retumbando arrecian
“Agáchense.” “Hasta abajo.” “No se asomen, por
Dios.”
“¿Cómo te sientes?”
“No es nada.”
(La señora con su niño en brazos gritando) “¿Por
qué siguen, por qué siguen tirando?
Dios mío, Santa Virgen, que paren, ya no sigan...”
“Otra vez.”
como mala película que no termina nunca.
Diez días después los periódicos no hablan más que
de Olimpíada.
No fue nada, un rozón.
(* data do Massacre de Tlatelolco, 1968, México)
Utopías Contemporáneas
el otro día en una fiesta
hablé con una chica llamada Desirée (hazme favor)
su renombre produjo ecos
románticos
históricos
hasta platónicos
resultó que trabaja programando una computadora
y así como otras gentes sueñan a colores
ella cada noche sueña
en un lenguaje de computadora
compuesto de
flechas que son órdenes
inflexibles
lógicas
me resulta imposible confesó
desenvolverme en una relación humana
todo lo reduzco a signos a flechas a órdenes
de noche
tengo pesadillas
en que formo parte de una computadora enorme
hasta que llega la hora
de levantarme para ir a trabajar
2.1.16
1.1.16
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